Alfombras de trapillo
Para la nena, rosa, amarillo, un poquitin de verde, multitono y, como no, el blanco y negro uniendo las dos alfombras.
Lo que no nos esperabamos es que las alfombras no solo sirvieran para no enfriar los pies al levantarse, ni el culete al sentarse en el suelo para leer, sino que se convirtieran en improvisadas carreteras para los coches, una montañita para las construcciones de sillitas, e incluso ¡¡cama y manta para los dos chiquitines!!
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