Harry Potter, el fin de una época

              Se acabó. Del todo.
Para aquellos que leímos los libros, ya hacia unos años que habíamos "finalizado" esta saga. Pero para aquellos otros que lo seguían en el cine (o en ambos casos como el mio), este pasado 15 de julio se estrenó la segunda parte de la séptima novela.
Brutal.
Los libros, como normalmente suele suceder, son muchisimo mejores que las películas. Pero es que las películas no los han desmerecido. Evidentemente, se echan en falta muchas bromas, pequeñas historias, ampliación de personajes secundarios, pero ver la destrucción de la escuela de Howards ha sido épico.


No me voy a poner a hablar del personaje, ni de lo que pasa ni de lo que deja de pasar. Ni a opinar sobre si debería haber acabado o no como lo hace. Para mi, con los libros, ya fue perfecto como quedó. y las películas, teniendo en cuenta que son idiomas distintos, creo, en mi humilde opinión, pero evidentemente, la que más cuenta para mi, que han quedado más que bien. Me han tenido enganchada a la butaca de los cines, y esta última en 3D que ya ha sido la panacea.

Pero lo que ha acabado de verdad es toda una época. Porque siete libros, con ocho películas, han sido toda una infancia completa, una parte de infancia más una parte de adolescencia. Y, aunque no ha sido mi caso pues a mi ya me cogió mayorcita, aunque con un espíritu joven, todo sea dicho, la reflexión de mi hija sobre que se había acabado toda una etapa es cierta. 

Porque para muchos niños y niñas Harry Potter era esa historia que ha ido creciendo con ellos. Y no recuerdo ahora mismo ninguna saga de características ni siquiera parecida que lo haya echo así.
Por que el personaje ha ido creciendo con ellos. Que cada año se esperaba el libro, y luego la película. Y el hecho de que retardaran las 3-4 últimas, lo que ha hecho es alargar un poco más ese acompañamiento, esa espera. Pero ya ha finalizado. 
Hay toda una generación que comenzó con Harry Potter. Que han visto/leído como el personaje crecía en altura y en madurez con la historia. Que eran unos críos al  principio y que acaban teniendo el peso del mundo sobre sus hombros. Que la historia se ha ido oscureciendo y dramatizando, como nos pasa a todos al crecer, al madurar, al entender que hay algo más detrás de cada cosa. 
Y estos personajes han crecido ante nuestros ojos, la historia lo ha hecho también. Y eso no ocurre a menudo, rodeados como estamos de eternos personajes como el de James Bond, o de series (que más bien son telenovelas) de eternos adolescentes que increíblemente parece que nunca acaben el instituto.

Y ahí si que me ha dado pena. Cuando se cerraron las luces del cine, se acabó. Han sido muchos años siguiendo esta historia y me parece perfecto que no tenga continuación, que realmente sea un punto y final. Como esos amigos que todos hemos tenido, o familiares, o compañeros, que han formado parte de nuestras vidas y ha llegado el día en que les hemos dicho adiós por unas u otras razones. 

Historias acabadas que no serán nunca las mismas vistas por las generaciones siguientes porque, esa espera, ese crecer mientras, ahora puede ser una maratón de uno o dos días de sofá y palomitas. O la lectura completa de unas vacaciones de verano. Pero ya no esa gracia de la novela/película al año que te narraba las vicisitudes de un año.

Realmente, es el final de una era que no podrá ser nunca vista con los mismo ojos por los que vengan detrás. Que suerte haber podido vivirla.

Adiós Harry Potter y compañía.

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