Memory

Con estas manitas, material de desecho y ganas de divertirse, se pueden hacer muchas cosas, entre ellas, un fantástico memory para los más peques. Cambia el diseño, o mejor aún, deja que sean los propios niños los que dibujen las parejas y lo monten, y será una tarde perfecta para pasar creando nuestros propios juguetes.

Para esta ocasión tan solo se necesita ir recogiendo las tapas metálicos de los botes de conserva de vidrio (suelen ser de legumbres), aunque también lo he hecho con tapas de zumos, concretamente de Grannini, y también queda muy bien, pero son más pequeñas.

El bote es, tal y como se ve por las fotos, un envase de patatas forrado con recortes de adhesivo de colores. Como en esta ocasión era todo para un regalito muy concreto, lleva el nombre.