Yoyeros multiusos

La idea era un colgador para la pared, para esos collares que se enredaban en las cajas y en los cajones. Nada espectacular, a su dueña no le apetecía nada aparatoso, su intención era que pasara lo más desapercibido posible. Un trozo de madera, linoleum sobrante de cuando se le hizo el sobre al mueble y a las puertas de los armarios, cinta de cantear y unos ganchitos que fueron lo único que se tuvo que comprar. Y ete aquí que en un ratito tenía joyero nuevo. Pero claro, un poco soso. Unos botecitos de cristal, de esos de las cerezas, los patés y alguna que otra cosa más que no se había tirado. Bien lavadito, una mano de pintura en spray para la tapa y como gran concesión de la persona a quién iba dirigido, me dejó darle algo de color con un poquito de cinta adhesiva (lo que llamaríamos celo) de colorines que tenía guardado desde que lo vi en Tiger en primavera. Y ala, a colocar las primeras cositas. ¡¡A ver como estará en unos meses ahora que ya se puede lucir!!